Páginas

domingo, 9 de junio de 2013

Semana 17

Hoy comenzamos la semana 18. La aplicación del móvil dice que la nena pesa unos 200 gramos y que es ya del tamaño de una pera. No entiendo muy bien por qué esta semana es una pera si la semana pasada era una manzana, que me parece a mí que las manzanas suelen ser más grandes que las peras, pero bueno. Se supone que esta semana ya tiene los reflejos más desarrollados, que tiene hipo, bosteza y se mueve un montón, pero la matrona dice que hasta la semana 20 yo no notaré nada. Lo único que noto yo es que la barriga me crece a pasos agigantados, que el espejo lo dice bien claro y las camisetas cada vez me quedan más cortas.

Es curioso el tema barriguil. Al principio me creció la panza un montón y luego ha estado 2 o 3 semanas sin crecer apenas nada, pero esta semana de repente ha crecido otra vez. La matrona dice que me ha crecido 3 cm desde la última vez. Todos han notado lo que ha crecido, incluso mi madre que me ve todos los días... dice que el secreto es no mirarme la barriga cada día para notar lo que crece de una vez para otra. Carlos dice que también lo ha notado ¡y eso que sólo ha estado unos cuantos días fuera de casa!

Estos días que él no ha estado se me han hecho raros y sobre todo muy largos. Es un lio andar pensando qué hora será en Canadá y sobre todo es un rollo lo de notar la casa tan vacía, pero al final nos hemos arreglado bien con el whatsapp y los emails. Como además esta semana he seguido de baja, llegaba un momento en que ya no sabía ni qué hacer. Menos mal que Lorenzo nos ha dado una tregua de tres días y al menos he podido salir a pasear un poco porque tejer manta se hace bastante pesado y, además, ya se me están acabando las lanas ¡pero ya mide 65 cm! y está quedando preciosa. 

Después de tres semanas de baja, el viernes le pedí a la médica el alta. No me la quería dar hasta ver los resultados de los análisis que me van a hacer esta semana, pero yo ya me encuentro mucho mejor, así que al final me la dio con la condición de no ir a San Vicente y volver a pedir la baja si me vuelvo a encontrar mal. Lo de San Vicente ya lo había pensado yo, más que nada porque con los mareos que tengo a veces lo mismo tenemos un disgusto y siempre tengo la posibilidad de que me vayan trayendo documentación a la oficina de aquí. Trabajo no me va a faltar, que en plena campaña de Renta estoy convencida de que Alvaro, Rodrigo y Maria Jesús habrán estado tirándose de los pelos con su trabajo y además el mío... 

El lunes (mañana) ya vuelvo a trabajar otra vez. Nunca pensé que fuera a echar de menos el trabajo, pero la verdad es que ya tengo ganas de recuperar mi vida normal. Tengo el portátil del trabajo en casa y durante estos últimos días he ido haciendo cosas en los "ratos buenos" pero sólo de pensar en el mogollón de cosas que habrán pasado durante estas tres semanas se me ponen los pelos de punta.

Ya hemos pasado la fase en que no se sabía muy bien si la barriga era del embarazo ó de un atracón de donuts, así que ya puedo lucir panza sin complejos... ahora sólo falta que salga el solete y podamos rescatar algo de ropa de primavera. De momento con la ropa que tengo me voy arreglando y, aunque no es mucha, es suficiente. Los vaqueros de embarazada son el mejor invento del mundo mundial. Los que me compré en Asos me los pongo sin descanso, aunque a veces son un poco incómodos por lo baja que es la cinturilla. La parte de la goma se me ha dado un poco de sí y lo he tenido que arreglar con un imperdible, así que estoy intentando comprar unos de cintura alta (de los que tienen una especie de bolsa) pero no hay forma humana de dar con unos un poco chulos.

Estoy un poco enfadada con la matrona. Es maja la mujer y me ha contado que su ex-marido es un vecino del portal de al lado, pero yo creo que su peso anda mal. Según el mío he engordado 4 kg pero según el suyo he engordado 6 kilazos ¡nada más y nada menos!... no es que me haya reñido mucho, pero ahora me paso la vida comiendo cosas verdes y me remuerde la conciencia cuando como algo "ilegal"...

Por fin me hice las mechas californianas, y no han quedado del todo mal. Por fin tenemos el objetivo Nikkor 10-24 en casa (qué ganas de estrenarlo), ya nos pusieron las ventanas de la terraza de la cocina,  ya tengo puesta la lámpara del salón, Pilarín ha aprobado todo de sus estudios de auxiliar de clínica y la nena sigue sin tener nombre.

Lo dejo aquí. La semana que viene más.

1 comentario:

  1. Ay qué bien que ya vayas estando mejor.

    Muchísimo cuidado con los mareos y el coche. Yo siempre tengo tensión baja y en el embarazo la tenía bajísima así que un par de viajes que tuve de trabajo fueron en avión y los que tuve en coche fueron acompañada (un compi me hizo de chófer y aprovechó para visitar a algún cliente suyo).

    Los pantalones premamá son muuuuuuy feos, pero a mí me dejaron dos pares que eran llevables. Unos vaqueros de embarazada de los que tú buscas. Eran de H&M y quedaban muy bien. Lo que pasa es que a mí me los dejaron el año pasado pero no se de cuando eran porque me los prestó mi prima que creo que los tenía de su hermana. Echa un vistazo por si acaso. Y también me dejó unos de lino blanco de campana muy monos que no se de donde eran, pero casi seguro que también de H&M.

    Y lo del nombre de la niña es fácil, ¡pónle María! Jajajaja.

    Un besote.

    ResponderEliminar

Dejame tu comentario AQUI

Blogging tips