Páginas

lunes, 23 de julio de 2012

Mi D7000, menudo juguete

Como una niña con zapatos nuevos, así estoy. Por fin tengo jornada de verano, así que de una vez por todas parece que dispondré de TIEMPO para mí, para hacer toooodas esas cosas que no me da tiempo a hacer normalmente y con las que realmente disfruto. Hay gente que se lo pasa pipa trabajando y otros que si no están trabajando se aburren soberanamente, pero yo me incluyo en el lote de los que si nos tocara la lotería no volvía por la oficina nunca más que, por otra parte, creo que somos la mayoría. Vamos, que iba a trabajar Rita.
Mi lista de cosas para hacer es de lo más variopinta y sospecho que, como siempre, se quedará a la mitad (siendo optimista). Lo que estoy segura de que sí voy a hacer es sacar fotos, muchas fotos, montones de fotos porque tengo una cámara nueva que es la pera limonera y la pienso usar sin descanso, así que preparaos. Esta es mi NIKON D7000, más conocida como mi bestia parda desde el momento que la saqué de la caja... la veo y es todo emoción.


El por qué de que tenga una cámara nueva es un poco misterio de la naturaleza aún a fecha de hoy. La Olympus E410 ya me no daba mucho más de sí y, aunque Carlos llevaba ya tiempo animándome a que me comprara una cámara nueva, yo no acababa de verlo claro. Un viernes por la tarde, después de una semana de 15 días sin parar salí del trabajo con unos niveles de estrés, aburrimiento, cabreo, ganas de mandarlo todo a tomar por saco tales que me lié la manta a la cabeza y, entre cerveza y cerveza en la plaza de Cañadío, llegué a la conclusión de que tanto estrés, tanto sacrificio y tanta leche bien se merecían una recompensa. Al día siguiente fuimos a comprar mi NIKON D7000.


Estaba claro hacía mucho que el día que me comprase una cámara nueva iba a ser una Nikon, más que nada porque Carlos usa esta marca y ya tiene muchas cosas que ahora también puedo utilizar yo como el objetivo 50 mm, los filtros degradado y polarizado, los tubos de extensión ... Un chollo, vamos. 


Se puede decir que esta cámara está en el último escalón de las no profesionales, lo cual supone una ventaja importante a la hora de la compra que ya a partir de la D300s (profesional) no existe: Nikon vende el cuerpo en pack con un objetivo, lo cual suele salir mejor de precio que comprar cada cosa por su lado. En mi caso, yo me he comprado el pack en que viene el cuerpo y el teleobjetivo 18-105 porque es un todoterreno que sirve un poco para todo (paisaje, retrato, ciudad ...). 


De todas formas, mi favorito sigue siento el 50 mm fijo del que ya os hablé aquí. El mismo día que la compré, estrené la cámara con una sesión en el salón de casa que se resume en estas dos fotos. ¡Espero que os gusten tanto como a mí!



lunes, 9 de julio de 2012

Galletas Oreo caseras


{Galletas Oreo caseras}

No sé si medio España se estará asando de calor o no, hace días que estoy desconectada del mundo y ya no sé ni lo que pasa por ahí. No es que haya sido por voluntad propia, que una es muy de ver las noticias a diario y leer el periódico del que va en el asiento de al lado en el tren para estar bien informada y poder discutir a gusto con quien haga falta; es que los medios días se me han quedado reducidos a la mínima expresión y ya ni enterarse de las cosas puede una con tal de arañar tiempo para volver corriendo a la oficina para intentar volver a ver de qué color es la mesa que hay debajo de tanto papel. El bendito trabajo, las prisas, los tengo-qué, las llamadas inoportunas y las fechas marcadas en amarillo fluorescente que galopan en el calendario como si la vida les fuera en ello tienen la culpa de mis ojeras, mi mal humor y de mi falta de tiempo.


La cuestión es que se puede decir que el verano no ha llegado aún a Santander, a pesar de que ya estamos en julio y a estas alturas teníamos que tener más visto que visto al amigo Lorenzo. Quizá sea por solidaridad, que lo de volver al trabajo por la tarde en un autobús repleto de gente en chanclas, con el bañador asomando por la ropa y niños con trastos playeros varios, no mola nada. O quizá sea simplemente por fastidiar, que vale que no se prodigue mucho Lorenzo pero lo de las tormentas traicioneras fin de semana sí fin de semana también, ya es recochineo.


El fin de semana pasado fue uno de estos de tormentas y un tiempo chungo de esos que te quita las ganas hasta de salir de casa. Visto lo visto, decidí montarme la "fiesta" por mi cuenta sin salir ni de casa, haciendo tres de las cosas que más me gustan en el mundo: cocinar, hacer fotos y estar con este marido que tengo, que el pobre es un sol y siempre está dispuesto a sacar la artillería que haga falta para que a la niña le queden unas fotos de esas bonitas-rebonitas para el blog.


Desde hacía tiempo tenía ganas de hacer esta receta de galletas Oreo caseras que ya tenía fichadas en el reto galletero del blog Mi dulce tentación. Esta vez no he hecho tutorial de esos que me gustan tanto a mí con las fotos paso a paso, pero podéis ver la receta y las preciosas fotos de Silvia pinchando aquí
La segunda fase fue montar el chiringuito en el salón de casa (paraguas, deflectores, difusores y flashes incluídos) para intentar hacer unas fotos chulas con el 50mm de mis amores y sin apenas luz natural. 


Aunque las fotos son mías, el esquema de iluminación fue obra de Carlos así que desde aquí le invito a que haga un post contándonos los secretos de la iluminación en fotografía de producto. ¡¡¡Yo ya he aprendido mucho!!!
Blogging tips