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lunes, 23 de abril de 2012

La chaqueta de Jorge


{La chaqueta de Jorge}

Jorge tiene 10 meses y unos papos que dan ganas de comérselo a mordiscos. Aunque no nos conocemos en persona, ya he visto unas cuantas fotos suyas y de su hermano mayor (tiene unos tíos muy fans suyos) incluída la típica de la bañera que tanto le gusta a las mamis y que luego los pobres hijos intentan esconder a toda costa cuando tienen uso de razón. Madres del mundo, ¿por qué os empeñáis en hacer fotos a vuestros hijos en pelotillas?
Jorge es el sobrino de mi hermana, que es muy apañada y muy craft ella. En mi casa lo mismo valemos para un roto que para un descosido, así que lo mismo te lija una cómoda que te hace una chaqueta para el churumbel que ni comprada en El Corte Inglés. A ella le mola eso del ganchillo, de hecho sospecho que se está haciendo ganchi-adicta. El otro día me contaba que sale de casa con la labor en el bolso y la saca en cuanto puede: en el autobús, en los descansos del trabajo o donde pille. ¿¿¿Será eso normal o tendré que empezar a preocuparme?

{Puño de la chaqueta}

Dice que el punto la aburre más, que se avanza menos y que es más rollo y, aunque sigo sin tener ni idea de cómo se hace ganchillo, ahora empiezo a pensar que quizá tenga razón porque lo que me está costando acabar el famoso cojín de entrelac no está en los escritos ... pero bueno, eso da para otro post.

La cuestión es que, ni corta ni perezosa, buscó en internet un patrón que molara y se lanzó a la aventura de tejerle una chaquetita a Jorge sin tener al "modelo" a mano (vive en Guadalajara) y con tan sólo el dato de que el niño medía 50 cm de contorno con la barriguita llena.

{Chaqueta}

Como ya he contado aquí, en mi casa no hay niños pequeños ni tiene pinta de que vayan a llegar en un tiempo así que de momento nos conformamos con los bebés ajenos. Con los niños pasa lo mismo que con las bodas: cuanto más miras en internet, más cosas chulas y más ideas para hacer encuentras. Así que al final, lo de no tener bebés a mano, es una faena porque hay tantas cosas bonitas para hacer que no sabes ni por dónde empezar.

{Ositos de gominola}

{Botones}
De momento me conformo con las cositas que me va contando mi amiga Laura, que va a ser tía en agosto por partida doble. Ya tengo una sorpresita preparada para Raul(ito) y otra para Alicia...... ¿¿¿qué será será????

{Cuello de la chaqueta}

{Ositos de gominola de colores}

{Bajo de la chaqueta}


{La chaqueta de Jorge}

{Manga}

lunes, 16 de abril de 2012

La encina - Menos es más


Últimamente tengo muchos frentes abiertos, quizá demasiados. Princesas, chupeteros, fotografías, un cojin de punto a medias (que vaya tela con el dichoso cojin...) y ahora también clases de Pilates. Casi nada. Todo ello, por supuesto, aparte de mis 8 horas diarias de trabajo, una vida social y mis correspondientes tandas de limpieza semanal y visitas a Carrefour. Así que, al final, tengo más fotos en la carpeta de "pendientes" que en la de "posteadas". Gajes del oficio.

{La encina}

Estas fotos son de hace un par de fines de semana y me gusta mucho el resultado. Menos es más. Son sencillas, simples incluso y quizá sea por eso que, para mí, tienen un encanto especial.
Esta encina está en Gornazo (Cantabria) y se ve fácilmente desde la autovía en dirección Torrelavega. A decir verdad, yo nunca me había fijado en ella pero Carlos la ve todos los días de camino al trabajo desde hace años. Es lo que pasa cuando a uno le gusta hacer fotos: lugares de paso, objetos del día a día y rutinas habituales de pronto llaman tu atención y un día tras otro te dices eso de "Tengo que venir el fin de semana a sacarle unas fotos a esto". Es lo que me pasa a mí con los pompones de papel de una tienda de al lado de la oficina, una pared con un fragmento de "Sotileza" escrito con letras metálicas que hay un par de calles más allá y con un árbol solitario que hay a la entrada de San Vicente.

{La encina}

Hacía tiempo que me hablaba de la encina y me repetía que tenía ganas de ir a sacarla unas cuantas fotos, así que al final nos fuimos en su busca. No fue fácil dar con ella, que visto desde la autovía parece que todo está muy cerca, pero al final tuvimos nuestra recompensa.

{La encina}

viernes, 6 de abril de 2012

Pascua


{Gallina y conejos de Pascua}


Cada año tiendas, centros comerciales y grandes superficies se encargan de recordarnos en qué época estamos, por si acaso alguien se despista. Turrones, polvorones y anuncios de perfumes para recordarnos que estamos en Navidad; carteles gigantes para que nos pasemos por las rebajas; disfraces y caretas para celebrar el Carnaval; anuncios coloridos para anunciar la llegada de la primavera; conejos de Pascua y huevos de chocolate por Semana Santa... Son campañas que vienen una detrás de otra y mediante las cuales se encargan de meternos por los ojos esos "productos de temporada" que al final, de tanto ver, acabamos comprando. No es que me parezca mal, ojo, que cada uno tiene que sacar adelante su negocio como puede, es sólo que al final nos quedamos sólo con esa parte de comprar-comprar-y-comprar y nos olvidamos del por qué de las cosas. Y me parece que es una pena porque, normalmente, aquello que celebramos suele tener una bonita historia detrás.


{Conejos de Pascua}
{Gallina de Pascua}

Lo que rodea a la Semana Santa en España el que más y el que menos ya se lo conoce. De vez en cuando hacen alguna superproducción hollywoodiense en la que lo lían todo y, de repente, aparecen quemando los pasos de Semana Santa como si de ninots se tratase, pero ni caso. 
En este bendito país somos muy de celebrarlo todo y apañar costumbres ajenas (Papa Noel, Halloween, San Patricio, ...) así que he pensado que, ya que parece que la tradición de comprar/regalar los huevos de chocolate, pollitos, gallinas y conejos de Pascua que invaden los escaparates estos días ha venido para quedarse, estaría bien saber el por qué del tinglado. Navegando por internet y consultando Wikipedia-que-lo-sabe-toooodo, estas son las conclusiones que he sacado.

{Conejos de Pascua}


En la antigüedad, los pueblos griego, romano y germano ya festejaban la llegada de la primavera y del buen tiempo. Las nieves y el frío dejaban paso al renacer de la naturaleza y la fertilidad de los campos, así que no es para menos. Por aquel entonces, casi todas las culturas tenían el huevo como símbolo de fertilidad, precisamente por la vida que encierra. La excepción eran los germanos y eslavos, para quienes la fertilidad venía representada por el conejo: símbolo de la diosa Oester, diosa de la primavera a la que rendían culto al llegar el equinoccio y el cambio de estación. Por cierto que del nombre de esta diosa se deriva la palabra Easter, que significa primavera tanto en inglés como en alemán.

{Gallina de Pascua}

Hace unos 2000 años aproximadamente, los cristianos comenzaron a celebrar también en estas fechas la muerte y resurrección de Cristo así que no es difícil entender que, con el paso del tiempo, los símbolos paganos y religiosos acabaran por mezclarse en el norte de Europa. El problema se zanjó a mediados del siglo VIII cuando se optó por hacer coincidir ambas celebraciones y difundir el relato que combina las dos tradiciones. El relato en cuestión cuenta que un conejo estuvo junto a Jesús dentro del Santo Sepulcro y fue testigo de la resurrección, motivo por el que fue elegido como el mensajero encargado de recordar a los niños la buena noticia, regalándoles huevos de pascua y otros dulces. Lo que no acaba de encajar muy bien en esta historia son las gallinas y los pollitos, pero supongo que al fin y al cabo vienen a cuento porque son quienes ponen y nacen de los huevos, ¿no?

{Conejos de Pascua}

En el siglo XVIII, en la zona de Europa del Este y Rusia la Pascua se celebraba regalando huevos duros, algo que en épocas de hambre supongo que les vendría como anillo al dedo. Ahora bien, ya sabemos que los zares siempre han sido muy suyos así que un buen día decidieron que, para ser más cool que los demás, ellos regalarían y coleccionarían huevos de porcelana y metales preciosos decorados con piedras preciosas. Ahí queda eso.

{Dulces de Pascua}

Esta costumbre ortodoxa de regalar huevos decorados se extendió al resto de Europa también y, en el siglo XIX, los suizos comenzaron la tradición de hacer huevos de chocolate. Y hasta hoy.


{Conejos de chocolate}

Este año en casa estamos celebrando la Pascua con conejitos de chocolate y la galleta glaseada de la foto. Es una gallinita monísima de Carlota's y, aunque de momento no nos la hemos comido, estoy segura de que estará buenísima. Son galletas totalmente artesanales que se pueden comprar su página web. Hay muchísimas galletas para celebrar lo que queráis así que, como siempre, os recomiendo que os deis una vuelta para ver lo que tienen.


{Dulces de Pascua}

lunes, 2 de abril de 2012

Cojín de entrelac I


{Ovillos de lana}

Hace unos cuantos meses ya que sigo el blog Dumbo, un blog chulísimo que me recomendó mi amiga Laura y que me encanta por la variedad de temas que trata y el estilo tan particular que tiene. El jueves pasado hice mi visita diaria para ver con qué nos sorprendía Deborah (su alma mater) ó alguna de sus colaboradoras y me encontré con este precioso cojín que había hecho Laura (otra Laura, no la mía) para Nido de abeja, su nueva tienda. Ha sido un flechazo.
En mi casa somos todos muy apañados, algo que viene muy bien cuando decides meterte en tinglados nuevos sin saber ni por dónde empezar. Ante tanta emoción con el dichoso cojín, mi hermana (que tiene más experiencia "lanística" que yo con diferencia, aunque ella es más de ganchillo que de punto) enseguida se puso a hacer sus propias prácticas para ver cómo se teje el famoso “entrelac”.

{Las agujas de mi madre}


Mi madre se ha encargado de aconsejarme qué agujas elegir (de las muchisisisisismas que tiene en casa de aquellos tiempos en que nos tejía jerseys) y cómo coger la lana; mi hermana me ha enseñado en vivo y en directo cómo hacer puntos al derechas, al revés, añadir puntos, hacer disminuciones simples... y Tejiendo Perú se ha encargado del resto. Estos son mis avances del fin de semana: las dos primeras hileras del cojín.

{Las dos primeras hileras}

{El principio de mi cojín}

Esto de tejer con la técnica del “entrelac” no es que esté chupado, la verdad, pero tampoco veo yo que sea lo más difícil del mundo. Es un poco lata porque tienes que andar dándole la vuelta contínuamente a las agujas y hay que estar todo el rato contando los puntos, pero no es nada que no se resuelva con un poco de paciencia. Hay muchos tutoriales en internet que explican cómo hacerlo pero yo os recomiendo este de Tejiendo Perú.

 

{Entrelac}

De momento ya tengo hechos los triángulos del comienzo y primera fila de cuadraditos. Aunque en el tutorial la chica hace los cuadrados de 8 puntos, yo los he hecho de 10 para que queden un poquito más grandes. A ver cómo queda.

{Entrelac}


 
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