Gomaespuma me recuerda a mis mañanas universitarias cuando era suficiente tirarse de la cama con el tiempo justo porque no había que volverse loca para elegir vestuario ni para maquillarse ni peinarse ni todas estas cosas que desde entonces he añadido a mi rutina mañanera. Unos vaqueros, unas playeras, la mochila y los apuntes, ¿para qué más? Más concretamente Gomaespuma me recuerda al camino a clase, la compañía perfecta para despertar y reirse un rato.
Siempre he sentido debilidad por don Usebio, sus clases de inglés para aprender español y sus palabras sufíjulas-esdrújulas. El otro día gracias al Apple TV me he reencontrado con él, con Fermin y con la dependienta de los almacenes de medio pelo. Me lo sé entero palabra por palabra pero cada vez que lo veo me río un montón.... hello hellooooo ....
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